Hoy es el gran día. Mary ha soñado con este momento desde hace doce años y por fin hoy va a ser realidad. Le hubiera gustado hacer un acto sonado, vestir unas galas difíciles de olvidar, hacer desfilar al regimiento provincial y salir al balcón para agradecer su puesto a la multitud enardecida pero teme el boicot del anterior gobierno y teme que eso espante a sus tres mimados escaños independientes.Pablo Tomé: Hoy es el día, alcaldesa- diciendo con deseo esto último, tanto que casi suena a lujuria.
María Faraldo: Sí, es el día. Acuérdate de decirles a estos funcionarios enchufados que la primera fila de asientos del público es para invitados de la alcaldesa, que los ex-concejales se las apañen como puedan.
P.T. Como digas, pero acuérdate que a partir de ahora tenemos que mimar a los funcionarios.
M.F. Ah, sí, eso.
El pleno discurre como era de esperar. Ventosa preside la mesa de edad para entregar el bastón de mando a María Faraldo, que ha elegido un traje negro y sobrio. Cuando María Faraldo acaba su discurso y el secretario termina con las formalidades para cerrar la sesión la flamante alcaldesa percibe un hueco entre su fila de invitados especiales. Tan pronto como termina el pleno sale corriendo a la alcaldía, bastón en mano.
Voz Desconocida: Maríaaaaaaa ¡Maríaaaaaa!
M.F. ¿Quién está en la alcaldía? – con voz ofendida.
V.D. ¿Acaso no reconoces mi voz? – dejando el falsete.
M.F. Este.......... Sí........ Sí, claro.- no le salen las palabras.
V.D. ¡Creía que renegabas de mí! Entraré cuando quiera aquí y sin cita previa.
M.F. Por supuesto.
V.D. Me tendrás al tanto de todo lo que se mueva.
M.F. Claro que sí.
V.D. Pues corre al salón de sesiones a hablar con tu pueblo y a reírte de los hermanísimos.
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